Un ejemplo de laboriosidad que ha traspasado hasta la tercera generación
Por Grisel Lora:
Con más de 40 años trabajando en una máquina de coser, Argentina Rodríguez sacó a su familia adelante donde todas y todos aprendieron el oficio inculcado por la “costurera”, de ahí las nietas y nietos, siguieron el legado de trabajar con el pie y el dedal creando una gran empresa familiar, donde todos los miembros de la casa cosen todo tipo de tejidos, para la elaboración de ropa interior y ropa de dormir.
Doña Titina, como le dicen cariñosamente sus familiares y amigos de su sector, dijo que gracias a la máquina de coser hoy puede decir que levantó una familia de 5 hijos, cuatro hembras y un varón, este último estudió derecho y trabaja su profesión, pero siempre echándole el ojo y asesorando a sus hermanas, que son hoy quienes llevan el timón de la empresa de confección.
A temprana edad Doña Titina inicia a trabajar en una máquina y sin haber ido a una escuela o guiada por alguien, te lee un patrón y lo trabaja como toda experta en la materia, con la intención de poder dar a sus hijos alimentos y educación, es así como sus descendientes aprendieron el oficio de la costura.
Hoy día cada una tiene un área de confección como son: pijamas, ropa interior en todas las variedades, y tejidos, ofreciendo al público una alta gama de colores, texturas y modelos, cuentan con un personal de 20 operarias que trabajan jornadas de 8 a 5 de lunes a viernes.
Actualmente están incursionando en los pijamas navideños, piezas que ha calado bien en el público dominicano, que siempre va por las elaboraciones de la familia, utilizando tejidos de algodón, spandex, licra, mezcla de algodón y spandex y encajes.
No solamente sus hijas se han dedicado a la costura, tiene dos nietas abogadas, cuyos estudios fueron pagados con la confección de ropa interior y, hoy tienen su espacio de confección y venta colocado en las principales tiendas del país.
”Creo que la vida me ha dado todo: una familia unida donde no existen pleitos, si tenemos alguna diferencia, porque siempre existe, lo hablamos y ahí quedó. Vivimos todos en una casa grande y cada una tiene su casita al lado y arriba de la propiedad mía, lo que me da tranquilidad, saber que los míos están cerca”, expresa con satisfacción.
Agregó, que a pesar de tener tantos años en el oficio, no ha tenido fortuna porque “debo comprar la materia prima a terceras y cuartas manos, lo que encarece el producto”; también destacó, que las tiendas que compran sus productos lo hacen a bajo costo, lo que le deja un bajo margen de ganancias, a la producción que realizan.
Una manera de ganarse la vida es la que ha llevado la familia Rodríguez quien en tiempos de pandemia, ella y sus hijas elaboraron miles de mascarillas, las que ayudaron a que los seis meses que lleva la pandemia produjeran sustento para sus familias. Pueden contactarles al 829-839-7884.
Agregó Rodríguez, que en la vida, sólo hay que tener decisión y entereza de hacer las cosas, por eso nunca vaciló en decir que “lo mejor que me ha pasado fue aprender a ganarme el sustento con mi trabajo y pasarle ese aprendizaje a mis hijas, y ellas a sus descendientes, y ver hoy como recojo los frutos de tantos años de sacrificios… Definitivamente, ¡valió la pena!”.