Mediante el montaje de mesas decoradas por las empresas, marcas y personas que se sumaron a esta iniciativa, el Salón Churchill del Hotel Intercontinental se convirtió en un lugar encantado para dar apoyo a esta noble causa.
Fundación Los Arturitos apadrina desde hace siete años el tratamiento a niños aquejados de esta enfermedad en número que actualmente llega a los 2,124 pacientes, de los cuales se les realiza transfusión mensualmente a 142.
Los fondos recaudados durante este evento serán destinados al tratamiento de los pacientes de las Unidades Ambulatorias de Falcemia del Hospital Infantil Robert Reid Cabral en Santo Domingo y el Hospital Pediátrico Arturo Grullón en Santiago.
“Nuestros corazones rebosan de alegría, -añadió la doctora-, por contribuir a que los niños que sufren esta enfermedad puedan recibir la mejor atención posible y dispongan de una vía para su recuperación. Mi agradecimiento especial en primer lugar para Dios Todopoderoso, quien es creador de todas las cosas y artífice de la voluntad de nuestros corazones. También mi agradecimiento a nuestros patrocinadores, colaboradores, amigos y amigas, y en general, a todos quienes han trabajado, aportado y colaborado en todas y cada una de las actividades que realizamos para apoyar a los pacientes falcémicos·
“Ustedes son los responsables de que hoy sea una hermosa realidad nuestra primera Tarde de Té a beneficio de los niños con Falcemia de nuestro país·, añadió.
La doctora Ircania García terminó su discurso con uno de sus pasajes favoritos de la Biblia: “Hay más bendición en dar que en recibir”.
Durante el desarrollo de la actividad se premió los tres mejores montajes de mesa, el tocado más creativo, el mejor sombrero, el mejor total look y la mejor puesta en escena, quienes recibieron regalos de las marcas patrocinadoras.
Fundación Los Arturitos nace en 2003 como entidad sin fines de lucro enfocada en ayudar a niños y jóvenes vulnerables de todo el país aportándoles oportunidades de superación, liderazgo y preparación. La Fundación fomenta el desarrollo educacional y emocional de los beneficiados, apegados a los valores de amor, generosidad, integridad, liderazgo y unidad.
